lunes, 30 de abril de 2007

Sin título

Lo mejor de los domingos es que te invitan a acabar una vida y empezar otra. Te permiten matar un antes y convertir el ahora en un después. Te insisten para que mires al futuro, al mañana, con una gran sonrisa.
Lo mejor de los domingos es que significan renovación y lo mejor de este domingo en concreto es que se acaba por fin abril y yo hace tres años que no me fio de abril.
Bueno, hay quién no se fia de los gatos.

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sábado, 28 de abril de 2007

Raro, raro, raro

Las 5:53 a.m.
He llegado a casa hace un pequeño rato.
Me he desmaquillado.
Me he comido una bolsa de patatas fritas que me he encontrado abandonada (ese recurso es muy malo, Diana) sobre la encimera de la cocina.
He leído el último post del Sr. cohete, de Anchonio, de Rafa(el) y del piso franco (parece mentira que no haya tenido tiempo para hacerlo durante la semana, también parece mentira que este escribiendo a estas intempestivas horas).
La boda fue bien, tal vez demasiado bien.
Respondiendo a la encuesta de la semana pasada, brevemente:
- El amor platónico descansa en el transbordo de la línea 5 a la 4 en Alonso Martínez. Dura lo mismo que tardan las escaleras mecánicas (chirriantes) en subir.
- Trabajo, trabajo y trabajo en cosas que me hacen replantearme mi existencia día a día (más aún si cabe)
- No tengo nada ameno que contar.
- La fé...mi fé se perdió hace un par de horas detrás de un vaso de güisqui.
Esta semana he descubierto una serie de cosas:
- He aprendido que con El jugador de Dostoievski se llega a todas partes.
- He descubierto que no quiero que las mujeres tengan puestos de responsabilidad (el 80% de ellas pierde la cabeza convirtiendo la jefatura en tiranía -esto merece un post)
- He aprendido que ya va siendo hora de vencer mis miedos y hacerme una foto carnet para el abono (esto de los metrobuses se paga caro-nunca mejor dicho)
- He aprendido que mezclar más de cinco medicamentos no es bueno, te puedes caer en el metro y posteriormente quedarte absolutamente inconsciente, todo en una tarde.
- He aprendido a convivir con el hecho de encontrarme a gente de mi pasado todos los viernes. Los últimos cuatro han sido (por orden cronológico y lugar de aparición pública):
1. Laura la de Polonia: en la calle Fuencarral
2. La Mari Chesu (que diría Hilda), mi amiga de la adolescencia: en el bulevar de Alonso Martínez.
3. Almudena Gónzalez, del cole, en Nuñez de Balboa.
4. Quique el de confirmación (sí, yo fui ¿soy? católica), en Colombia (en la de Madrid, no en la de los sicarios)
También he tenido acceso a historias escabrosas sobre violaciones, homosexualidad por necesidad y ¿por qué no? algunos besitos.
Feliz finde.
D.

sábado, 21 de abril de 2007

Resultados encuesta número 1

Creo que esta semana estoy un pelín desquiciada:
- El sábado me debatía entre vida y muerte rezando para que la despedida de solteros que les organicé a María y Vicente saliera lo mejor posible (no pude ni acabarme el cubata -cualquiera que me conozca sabe que esto es un indicio de que algo raro ocurre-.)
- Mañana (bueno, hoy, en unas horas) se casa nuestra querida Ñamen.
- El lunes descubrí que no entraba en el vestido de la boda (he tenido que hacer un plan de choque y suplicar a una modista para lograr embutirme en él con una mínima dignidad)
- El martes empecé a publica.r en www.topmadrid.com (y ahí sí que tengo que actualizar a diario)
- El miércoles me dio por pensar en que momento de mi vida mis sábados dejaron de pertenecerme a mí para ser de las amigas que se empiezan a casar. Luego me fui a un cocktail de la Casa de América porque yo lo valgo y decidí que el plan de choque del vestido podría esperarse un par de vinos y tres brochetas de queso con membrillo (no somos nadie)
- El jueves por la noche salí hasta horas indecentes y temí la bronca paterna durante todo el trayecto en búho.
- Hoy escribo con una mascarilla hidratante en la cara mientras me pregunto por qué c*ñ* mis amigas nunca me dejan un p*** mensaje en el blog, aunque las muy perras se lo leen de p a pa (algunas más que otras)
- Y encima leo los mensajes que me habéis dejado en la encuesta y pienso: "vaya tela", pero como en el fondo tengo un pasado (o presente) pringadete y una vena un tanto narcisista cuando escribo, creo que en cuanto pase la boda y me recupere de la posterior, obligada y necesaria resaca daré rienda suelta a vuestros deseos.
He dicho.
Feliz fin de semana a tod@s.

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miércoles, 18 de abril de 2007

Encuesta

Dice un proverbio chino (creo) que si no vas a mejorar el silencio es mejor que permanezcas callado. Si hubiera aplicado esa máxima, mi vida habría sido muy diferente, no sé si mejor o peor, simplemente distinta (qué coño Diana, hubiera sido mucho mejor xD). Tengo ocho minutos para decir algo inteligente, ocho minutos que ya han empezado a gastarse.
En este post me limito a haceros una absurda proposición (in)decente -omitanse los paréntesis en el caso de hombres con edad comprendida entre los 21 y 35 años, solteros y sin compromisos y a poder ser graciosetes, que no payasetes- . Tenéis que decirme que tema preferís para el próximo post, luego tal vez no os haga ni p*** caso y escriba sobre lo que me dé la gana (o sea, sobre nada)
Feliz miércoles :)

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lunes, 16 de abril de 2007

Google y sus mentiras

Sé que llevo días sin escribir, pero he estado con ocupaciones varias que me han mantenido alejada de mis absurdas reflexiones. Ahora me tengo que ir a trabajar, aunque no sin antes escribir este post estúpido para compartir con vosotros los variopintos motivos por los que la gente llega a mi página.
Yo pensaba que la gente me leía:
a. Porque soy la hostia (con perdón)
b. Porque como podéis ver en mis fotos estoy superbuena
c. Porque hago chas y aparezco a tu lado
(Dicen que el que no se consuela es porque no quiere...)
La verdad es que desde que puse en mi página el contador de visitas, me divierto mucho echando una ojeada de vez en cuando. La gente llega a mi página cuando -pobres ingenuos- escriben en google las siguientes cosas:
1. camello de coca en Madrid (¿los camellos se anuncian por web?
2. méterse un tiro (éste siempre me ha resultado ambiguo...)
3. coca catalana (éste me enternece)
4. kandisky (tal vez le esté haciendo un flaco favor al pobre hombre)
5. se puede llorar con las lentillas puestas (sin comentarios)
6. estar gordo ante la gente (es la última adquición)
7. coca con sardina de bota
8. fina culo (¿se llamará Fina su vecina y pensará que va a salir una foto de su trasero en google?)
Tenía más, pero no los recuerdo y además, tal vez abra una sección dedicada al fantástico mundo de las búsquedas googlerinas.Quien sabe...
Feliz lunes -o lo que queda de él-.
P.D. El día me anuncia que en breve una personita podrá optar al Pulitzer ¡es fabuloso!

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jueves, 12 de abril de 2007

Gordos anónimos

Sé que algunos de vosotros leísteis esta entrada publicada en su día en otro blog, Elixis. Dado que se cerró y que le tengo especial cariño, ahí va. Lo siento por los que ya lo vistéis. Un beso de panceta :).


Pido perdón a mis lectores, vosotros, por la longitud de este artículo; pero me resultaba imposible y absurdo a su vez, reducir las ideas que contiene. También quiero aclarar que hoy, probablemente para vuestra sorpresa, rompo con el tono que habían tomado mis últimos escritos utilizando así este medio para denunciar, ya que tengo la posibilidad desde aquí, una cuestión tan poco novedosa como grave y que se encuentra asediada por la hipocresía y la estupidez colectiva -incluida la mía-. Se trata de una cuestión de peso.

Bienvenidos a la involución. Quien alguna vez haya cometido el tremendo error de creer que nuestro mundo está evolucionando, se equivoca. Si ya llevamos varios años asistiendo a un proceso de cambio exagerado, no me amedrento al vaticinar que lo que acontezca en breve rayará lo esperpéntico. Tal y como veo yo la situación, lo preocupante de aquí a diez años no será ser alcohólico, ludópata o incluso pederasta si me apuras: lo intolerable será estar gordo. El resto son meras banalidades y defectillos en los que cierto número, más o menos limitado de individuos, incurren por abúlicos.

Esto es así. Alcohólicos Anónimos (A.A.) morirá, dando paso a Gordos Anónimos (G.A),
- que aunque las siglas resulten menos glamourosas se convertirá en lo más-. Ya me veo a mí misma, vacilante y sumergida en la culpabilidad que sobreviene tras los atracones navideños; en una salita decorada con dudoso gusto, rodeada de más rechonchos apocados y diciendo con voz tímida y temblorosa: “ Hola, me llamo Diana y tengo sobrepeso”.

- Venga, chicos, decid todos hola a Diana.
- ¡¡Holaaa Diana! – corearían mis rollizos compañeros.
- Cuéntanos Diana ¿se trata de sobrepeso leve, moderado o severo?
- ...Mmmmm.......bueno.........ehhhh......” – Mi boca, llena de vergüenza y restos de pan, sólo podría emitir esos sonidos casi guturales.
- Ésa no es la actitud, Diana, tienes que empezar a admitir que tienes un problema.

Así es. Estar gordo es tener un problema; bueno, ya no sólo es que lo tengas tú, es que parece que, a veces, también los demás lo tienen contigo. Eso es algo muy común entre los diseñadores. Los diseñadores de moda (si es que se puede denominar moda al tipo de ropa que puebla nuestro mundo “desarrollado” hoy en día) son esas personas que parecen perseguir a toda costa tu frustración personal. Nadie sabe por qué lo hacen, ni siquiera te conocen y además eres una tipa de lo más agradable (hace muchos años que mis abuelas pasaron a mejor vida) No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que a ellos les importa un comino que tu trasero sea más grande que el Bernabeu y te resulte casi un deporte de riesgo introducirlo en esos pantaloncitos dignos de la Cantudo en su época de revistas. Tampoco pensarán en ti si deciden que la moda de la próxima temporada serán las prendas sueltas pero apretadas. Resígnate: o te haces naturista y montas un negocio al desnudo o tendrás que empezar a ver las ventajas de que te cedan el sitio en el metro creyéndote embarazada. Denuncio desde aquí los abusos que se cometen con las tallas, contribuyendo a que personas perfectamente sanas, pero un poco vulnerables, caigan en un círculo vicioso que puede incluso llegar a destruir su vida. Desde mi punto de vista, morir por embutirte en un pantalón de Naf-Naf, no es una forma nada romántica ni provechosa para pasar a mejor vida y no sólo porque la ropa de esa marca habitualmente me parezca espantosa.

No pretendo caer en excesos ni arrimar el ascua a mi sardina vendiendo la gordura y el sobrepeso como algo digno de ser amado, sería muy estúpido por mi parte. Tampoco pienso luchar para que el estereotipo de mujer de Rubens sustituya al de Mango. En realidad, la defensa de la gordura a toda costa también es algo que personalmente me pone muy nerviosa. A veces ocurre en ciertos programas casposos de la tele; la gente va allí a hablar sobre la vida social de su estómago e incluso, tras contar sus miserias, accede a ser pesada en público. Durante años, viví pensando que eran actores contratados, porque una mujer rolliza a la que le preguntan si preferiría tener el cuerpo de Valeria Maza y contesta que no, puede ser que esté en su sano juicio, pero resulta más que sospechosa (quién sabe, tal vez fuese más fan de Kate Moss).

He de confesar que, a veces, la estupidez colectiva también se ha apoderado de mí y para muestra un botón. Recuerdo una de las pocas Nocheviejas en las que me lo he pasado rematadamente bien. Una amiga y yo decidimos concluir la noche dándonos la mano con toda la pompa que el momento exigía para sellar una apuesta que roza el patetismo. Como mi memoria es selectiva, tengo ese recuerdo ligeramente borrado, pero creo que consistía en que la primera que adelgazase diez kilos aquel año pagaba una copa a la otra.




Debido a esto, siempre me ha sorprendido muchísimo que la gente sea capaz de frivolizar tanto con patrañas, que si te pillan en una etapa un poco inestable de tu vida te pueden dejar tarumba para siempre. Hace algún tiempo, una amiga muy querida me confesó que llevaba ocho años sumergida en el oscuro mundo de la anorexia y la bulimia. A mí se me encogía el corazón escuchándola hablar y pensando que el hecho de convertirnos en victimas de la sociedad nos convierte en victimas de nosotros mismos (es lo que tiene ser sociales, aunque a veces algunos quisiéramos renegar de esa condición) Anorexia, Bulimia, Ansiedad, Depresión, Ortorexia... Patologías tan unidas a los hábitos alimentarios como a la inseguridad, necesidad de control y miedo. Males del mundo desarrollado, males del desconocimiento personal o de la búsqueda del reconocimiento ajeno. Gordura. Sobrevenida de la gula, el sedentarismo, la medicación o incluso la genética. Enfermos víctimas de la búsqueda de la perfección, de la anulación de la diversidad y del miedo a la diferencia y el rechazo.

A mí, aunque también luche por estar en el bote de lo que llaman normalidad, siempre me ha aterrado mucho la idea de perfección. Por eso la visión de una sociedad de alfas alienada, bella y joven como la que expone Huxley, me da pavor. Será que soy de la vieja escuela a pesar de mi edad, pero está claro que si nos convirtiéramos todos en modelos, además de luchar en muchos casos contra la propia genética renunciando a la salud, se perdería la salsa de la vida. Desde luego, en mi caso, si estuviera tan buena como la Pataki, me iba a perder una de las cosas que ocupan mas tiempo en mi cotidianidad: Reírme de mi misma, eso sí, a mi madre le daría un alegrón tremendo porque así emplearía ese tiempo en recoger mi habitación.

Aunque la idea de escribir sobre este tema ya rondaba mi cabeza hace tiempo, ayer ocurrió otra vez y lo tuve claro; hacía mucho que no me sucedía, no sé si porque los últimos tiempos había conseguido embutirme sin grandes aspavientos en una tallita menos de pantalón o si porque Zapatero había dado licencia a los idiotas para salir temporalmente del país y estaban de vacaciones. Nada es eterno y todo vuelve a su cauce, esto es lo que pasó: Iba caminando con una amiga por uno de mis sitios predilectos de Madrid, casi en éxtasis visual ahora que la cuesta de enero le ha devuelto cierta austeridad a mi ciudad, cuando un sujeto nos llamó gordas y se quedó tan ancho. A mí esta capacidad para insultar a la gente y quedarte más fresco que una lechuga es algo que me impacta mucho. Me imagino que básicamente será porque, en mis etapas de misantropía, escepticismo y existencialismo, me encantaría gritar al 90% de las individuos lo que verdaderamente pienso de ellos, pero es lo que tiene la educación y el haber estudiado en un colegio de pago, que voy y me callo (Y eso que disfrutaría preguntándole a mi vecina del quinto -vivo en un bloque de tres pisos- que por qué se hace esa permanente que le queda tan sumamente mal).

Las primeras veces siempre respondía. Contestaba, con una dialéctica bastante aceptable, frases que habitualmente el interlocutor no comprendía, así que se limitaba a mirarme, con una expresión a medio camino entre la incomprensión y la irritación, con sus ojos de memo profundo. Cuando al fin se marchaba me alegraba y pensaba: “Muy bien, Diana, eres gorda, pero al menos conservas tu nariz intacta y en su sitio”. Confieso que ayer me hubiera apetecido gritarle que a mí la grasa se me acumula en las cartucheras, no en la materia gris; pero los años me están calmando y me limité a seguir avanzando. Ya no soy la que era.

Probablemente, si esto se hubiera tratado de un hecho aislado, no hubiera tenido la intrepidez suficiente como para perder el tiempo escribiendo sobre ello. Recuerdo al principio (sí, es así de triste, pero hubo un principio), hace años, las primeras veces que me ocurrió, la gente intentaba recubrir de justificaciones eternas la actitud de los perversos. Creo que en materia de tolerancia y educación no valen los pretextos. La habitualidad con que me ha ocurrido esto, define y perfila muy bien la clase de mundo que tenemos delante, el que les vamos a dejar a nuestros hijos (creo que en este punto, es en el que yo decidí un día que tal vez sea mejor que vaya ahorrando para comprarme mi ansiado gato hipoalergénico) No pretendo con este escrito tomar una actitud moralizadora, simplemente quiero abrir un debate sobre un tema que deseo pase de moda, porque tal vez eso significaría que habría dejado de ser importante. O quien sabe, puede que de aquí a unos años, me encuentre sola, abrazada a un gato de color gris perla, en una habitación mugrienta de algún lugar del mundo y diciendo refunfuñando ante una pila de mofletudos marginados: “Hola, me llamo Diana y peso 67 kilos.”

- Venga chicos, decid hola a Diana.
- ¡¡Holaaa Diana!!




martes, 10 de abril de 2007

Plac Inwalidów


El tranvía 14 a su paso por Plac Inwalidów.
Yo era muy feliz en mi parque. Mi parque estaba en Cracovia, no muy lejos de mi casa. No era el más bonito de la ciudad, ni el más antiguo, ni siquiera el mejor cuidado. Supongo que precisamente por eso me gustaba tanto mi parque; bueno, por eso y porque era nuestro, el del barrio. El parque polaco por excelencia que de repente, un gris día de junio, se vio invadido por unos españoles algo impertinentes. Era el parque que recorría todos los días varias veces: para coger el tranvía, para ir a comprar, para ir a trabajar... Mi momento preferido era a la caída de la tarde, cuando volvía del trabajo llena de planes e ilusión y un sol titiritero inundaba mis sentidos transportándome sin reparos a mi Madriz con zeta.

Era el parque en cuyo lago los polacos, poco acostumbrados al calor, se atrevían a bañarse aunque estuviera prohibido y el agua tuviese un color tan incierto como repugnante. El mismo en el que nos pilló un policía bebiendo cerveza barata y dejó escapar de sus labios aquel mecánico "Don’t drink here" que tanta risa nos provocó. Aquél al que Marcos iba a estudiar polaco y yo corriendo a molestarle en cuanto me enteraba; en el que creí morir de vergüenza mientras lo atravesaba, rosa roja en mano, el día que Laura me pidió que le hiciera el favor de comprarla para su novio porque a ella no le daba tiempo. El parque en el que Pavel me contó con espíritu compungido lo celosa que era su novia; el mismo Pavel que tiempo después y ante mi mirada cargada de contrariedad decidió, por ese motivo, no volverme a ver. Donde descubrí que carecía de masa muscular en los brazos mientras luchaba por atravesarlo con las muletas y la ayuda de Edu. El sitio en el que un hombre de edad incierta se acercó a espetarme unas palabras cargadas de odio que no supe entender y en el que posteriormente entendí mi primera frase en polaco, a la que no supe responder. El parque que sosegó mi llanto cuando el día 5 de agosto nos quedamos más solos que la una y corrí a refugiarme entre sus sombras. El parque en el que Edu malo saltaba de alegría justo antes de regresar a Madriz y en el que yo me quedé sin lágrimas; donde me encontré con Neil el día que nos diríamos adiós para siempre. El parque que atravesamos Hilda y yo el día que los dioses decidieron descargar todo el agua del mundo sobre nosotras y desde el que vi por última vez alejarse el taxi que me separaba de Alex y Aga. El que tantas broncas me proporcionaba cuando alguien se enteraba que lo atravesaba sola en mitad de la noche.

El parque de Plac Inwalidów, ese sitio que me ha visto triste, alegre, dormida, cabreada, borracha, nostálgica, sola, dubitativa, enamorada, feliz, rara, cansada, ilusionada y sobre todo más Diana que nunca.


Feliz martes.


P.D. Lo más positivo es que ya he encontrado su sustituto en Madriz, pero eso ya es otra historia.

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domingo, 8 de abril de 2007

Nieve pacificadora

Mi Segovia más triste, ésa que me parte el alma devolviéndome por sorpresa a unas raíces que a veces lucho por tapar, se cubre en las despedidas vistiéndose con una capa de gélida y rancia nieve castellana. Miro al cielo y me pregunto si tengo un dios al que pedir o un dios al que rezar, miro al cielo y sólo se materializan en mi mente estas palabras de Antonio Machado:
Tierra le dieron una tarde horrible
del mes de julio, bajo el sol de fuego.
A un paso de la abierta sepultura,
había rosas de podridos pétalos,
entre geranios de áspera fragancia
y roja flor. El cielo
puro y azul. Corría
un aire fuerte y seco.

De los gruesos cordeles suspendido,
pesadamente, descender hicieron
el ataúd al fondo de la fosa
los dos sepultureros...

Y al reposar sonó con recio golpe,
solemne, en el silencio.

Un golpe de ataúd en tierra es algo
perfectamente serio.

Sobre la negra caja se rompían
los pesados terrones polvorientos...

El aire se llevaba
de la honda fosa el blanquecino aliento.

—Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa,
larga paz a tus huesos...

Definitivamente,
duerme un sueño tranquilo y verdadero.
Antonio Machado - Poemas del Alma
Larga paz a tus huesos.

martes, 3 de abril de 2007

Hastío de oficina



Estos días nada que hacer en la oficina. Muchos pósit (estoy horrorizada desde que la RAE ha incluido esta palabra en el diccionario de la lengua española) y un cruasán en la mesa. Me lo termino comiendo por aburrimiento. A la mierda la dieta (y van tres). Empieza el marujeo. Pego aquí las mongoladas maileras de esta tarde por dos motivos:


1. Para que veáis que me queda un telediario para ser una portera (si es que no lo soy ya)

2. Porque no tengo nada mejor que escribir hoy.


Aída (mi coordinadora) busca niñera. Me ha enviado este correo electrónico:


Asunto: Mi anuncio.


¿Qué te parece mi anuncio?


Buscamos persona responsable para recoger a un niño de 3 años en el colegio, de 19 a 20:30 horas lunes y miércoles. Arganda del Rey. 10 euros / día.


Respuesta de una nena. Está interesada en el puesto. Nos deriva a su anuncio del segundamano. Nos encontramos con lo siguiente:



Soy espeñola, tengo 21 años, me encantan los niños, soy muy responsable, tengo esperiencia, y me ofrezco para cuidar niños y bebes de cualquier edad, de lunes a viernes, con total disponibilidad de horarios, en Arganda, Perales o alrededores.


Aída: ¿Qué os parece?

Saoirse: El niño vaca parece contento ¿no?



Aída: Pero ella no sabe escribir …



Saoirse: Hay que ser positivas, hombre jajaja.



Aída: Bueno, mejor que no sepa escribir. Así no pide más pasta.



Saoirse: Y si pide más le regalas un diccionario.



Aída: Sí y se lo deduzco en el IRPF como retribución en especie o como formación.

Aída:

Asunto: ¿Qué me pongo mañana que viene mi amado a la ofi?


¡¡¡Qué me tiene que mandar muchos mensajes de esos de subirme la autoestima!!!

Hoy tengo la entrevista con la cuidadora del niño vaca.

Ha contestado otra persona al anuncio que casi de partida me gusta más, es rumana creo, y tiene ya un hijo lo que le hace ganar puntos. Lo que pasa que si se hace cargo de los dos
juntos … pues el mío siempre tendría las de perder.




Saoirse:


Asunto: Re: ¿Qué me pongo mañana que viene mi amado a la ofi?

Ponte el vestido negro que llevabas la semana pasada, que estás muy atracativa con él y rompe un poco con el halo romántico de tu cabello, lo cual te dota de una sensación de movimiento inigualable.

Por otra parte, a la del niño vaca deberías decirle que a tu nene no le vista de vaca, que no es un buen camino para que acabe convertido en un rompedor de la noche y sí lo es para que acabe convertido en un pardillo de mucho cuidado.

Y la rumana que contrate una niñera para que cuide de su nene mientras cuida del tuyo.

¿Ves que sencillo es acabar con los problemas?




Aída:


Asunto: Re: Re: ¿Qué me pongo mañana que viene mi amado a la ofi?

No me acuerdo que vestido llevaba, creo que sería negro de la quemazón que produce trabajar aquí (esto siempre hay que decirlo, aunque uno esté contento con su trabajo tiene que ponerlo verde. Forma parte del equilibrio del universo)


Le vestirá de futbolista. Que se preparen las nenas.

Saoirse:


Asunto: Re:Re:Re: ¿Qué me pongo mañana que viene mi amado a la ofi?

Estimada contertulia:

No considero que lo más adecuado sea vestir a su hijo de futbolista ya que, a tan tierna edad, podría acabar convertido en un proxeneta precoz en un intento de emular a los futbolistas adultos que se comportan como los chuloputas que son en toda regla. Por otro lado lo de la vaca que comenta tampoco es apropiado ya que, desde la invasión Telettúbica, se comprobó que no es adecuado vestir a los nenes de animales ni de criaturas extrañas a la par que drogadictas.

Lo del vestido me parece bien, creo que era negro de tirantes (tampoco es que me pase las tardes mirando sus piernas, aunque debido a la evidente carencia de entes masculinos en esta empresa no le aseguro que de aquí a unos meses no ocurra eso)

Sin más ni más se despide su directora espiritual.




Aída:


Asunto: Re:Re:Re:Re: ¿Qué me pongo mañana que viene mi amado a la ofi?

Por tu culpa se me caen las lentillas y se mete conmigo Paula jajajajajajajajaja, lloro de risa.
Con mi gran culo no lo ves (además lo eclipsan mis piernas), pero efectivamente hay hombres en esta empresa. O sucedáneos marca Acme. A mi lado se sienta uno, a mí me parecía resultón. Ahora le veo un petardo. Asoma el careto y lo ves.


P.D. Pues me he asomado a verle, pero ni me ha parecido resultón ni petardo ¿estaré perdiendo facultades?. No lo sé, pero tengo que cortar esto de raíz.

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Amistad

Ellos fueron mis primeros amigos en Galway.

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domingo, 1 de abril de 2007

Mi vida empieza a perfilarse


Resulta curioso que la exposición de la Fundación Juan March de esta primavera se llame: Roy Lichtenstein de principio a fin. ¿Por qué? Porque a mí Roy siempre me ha traído mucha suerte, del principio al fin de los tiempos.


No en vano, a día de hoy creo que cuando me decanté por esta exposición para escribir mi artículo de prueba, el que condenaría o me glorificaría (mira que soy teatrera), lo hice por puros motivos personales. Y es que Roy nunca me ha defraudado. Me encandiló aquella tarde de septiembre de 2004 en que pisé con H. el Reina Sofia llena de miedos y proyectos desdibujados. Me encandiló cuando miraba a los ojos de sus personajes y también cuando estos parecían hablarme.


Ahora es cuando realmente me hablan, me hablan para decirme que ha sido Roy quien me ha dado una oportunidad. Me ha dado la oportunidad de escribir cobrando, escribir cobrando... cada vez que lo pienso me parece un sueño. ¿Por el dinero? No es esencialmente el dinero, es la satisfacción de haber superado un proceso de selección con estas características; no, definitivamente no es el dinero, es la paz interior, el saber que puedes hacerlo. Probablemente dentro de muy poco podáis leerme en otra página también. En una página más seria...bueno ¿acaso ésta no lo es? En una página más ¿informativa? ¿útil? ¿formal? Dejemoslo en diferente.


Me gustaría mucho que todos me siguierais allí. Ya desvelaré más información a su debido tiempo. Buenas noches a todos.


¡Wow!

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