miércoles, 29 de noviembre de 2006

Cuestiones metafísicas

Lo de ayer fue impresionante;hubo un momento, al final del día en el que llegué a creer firmemente que alguien se había confundido y había cogido mi vida sin darse cuenta, pero no me importaba en absoluto, -por mí como si se la queda para siempre-. (Joder, si casi sufrí un orgasmo cuando logré calzarme dignamente unas botas en una tienda sin necesidad de hacer aspavientos o embutirme en ellas cual morcilla de Burgos. Joder, si es que hasta a mi madre le dio por hacer chocolate de cena ¡¡chocolate!! ¿sería un premio por lo de las botas? :) vaya intriga....)
Hoy el día ha vuelto a la normalidad más despreciable cuando mi madre me ha despertado esta mañana al grito de: "Vamos, ya. ¡Qué no das ni chapa y tienes que limpiar los baños!" Ahí me he dado cuenta, una vez más, de dos cosas que ya sabía:
1. Soy un poco rara.
2. O encuentro un trabajo en breve o mato a mi madre.
Lo de que soy un poco rara es porque no sé en que momento de mi infancia alguien instaló un microchip en mi cerebro que hiciera de limpiar los baños mi tarea preferida de la casa. Supongo que en realidad me engaño a mi misma, no es que la prefiera, es que mis superescrúpulos no se fiarían jamás de como desarrollarían esa tarea otros. Así que ahí me he visto, enfundada en látex -el de los guantes-, cantando canciones españoles de los 80 (todo un ritual cuando realizo estas labores) y recordando con una risa todos los baños que mi mania me ha hecho limpiar siempre que he viajado acompañada o he vivido fuera de casa.
Lo de que mato a mi madre creo que es mucho más obvio. Hay que ver lo duro que es volver a casa cuando no sabes qué coño hacer con tu vida.

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lunes, 27 de noviembre de 2006

Mrs. Robbinson

Como por mucho que intente ser humilde, todos sabemos que mi parcelita de egocentrismo late en mí cuando de cuestiones de escritura se trata, hoy estoy esponjada cual polluelo y esponjosa cual donuts (aunque esto último tenga como causa los tres kilos que he engordado desde que regresé de Polonia y esa inmunda celulitis que me convierte en una especie de panecillo de hace dos días) porque un hidalgo forero, al que lancé una postdata bastante grosera, encima ha tenido a bien agasajarme. Supongo que a eso se referían los de La Biblia con lo de poner la otra mejilla... Vaya lección he recibido.
¿Levantaré cabeza esta semana? Juro y perjuro que todos los lunes me levanto con ese firme propósito (de lo contrario no tendría el morro de soltar perlas como la que le solté a Edu en Cracovia, aquél mítico "contra la apatía hay que luchar" que tantos comentarios acarreó), pero según van avanzando los días una mezcla de nostalgia, misantropía y pavor se apoderan de mí hasta convertirme en el ogro que soy los domingos.
Hoy va a ser distinto. A pesar de que la nochecita que me he pasado ( soñando que me perseguían unos diptongos del tamaño de un camión y unos hiatos que quitaban el hipo -de grandes, no de sexys-) no auguraba nada bueno, de repente todo ha empezado a ir bien.
"Buenos días, Alice. Madrid te echa de menos con una sonrisa...
Feliz semana, guapa. Un abrazo. Di"
No he tenido más remedio que saludar la mañana, el día y a mi amiga Alice con ese mensaje. Si algo tiene Alice es que siempre me hace sonreir. Y si algo necesitaba esta mañana era sonreír y....lavarme el pelo. Me he tomado tan en serio lo de "verse bien a uno mismo" que si me esmero un poco más me visto de boda para ir a dar la clase...¡qué apuro! no he contado con que estos adolescentes actuales no tienen ningún respeto, ni temor, ni de a su profesor y que nada más entrar me iban a hacer un corrillo para preguntarme por qué iba tan arreglada. Genial, Diana, de la noche a la mañana te has convertido en Mrs Robbinson; ahora todos creen que te quieres trajinar a algún alumno en la parte trasera de su coche. Sólo les falta encontrar el cabeza de turco...por mí que paren el mundo, que me bajo.
Mi problema como profa es que soy tan dada al cachondeo que, en vez de hablarles de las reglas de acentuación, me los llevaría al bar de la esquina y me liaría a pedir rondas de cañas; pero claro, a ver como le explicas tú eso a los del Ministerio. Pues hoy les hubiera invitado a cañas de cerveza, a cañas de chocolate y a cañas de pescar si me apuran, y es que un grupito se ha acercado a mí al terminar la clase para decirme que les gusto un montón como profa y que me prefieren mil veces antes que a la suya. Dado que la menda lerenda no se ha portado especialmente bien conmigo (es más rara que encontrar J&B en vez de garrafón en un bar de Madrid) he de confesar que no he podido contener una sonrisita de cinismo e ironía desbordante que ha iluminado la ciudad para todo el día, haciendo innecesarias esas bombillitas de dudoso gusto que Gallardón se empeña en esparcir por mi Madriz con zeta.
No sé si ha sido un día redondo, cuadrado, vertical o zigzageante, pero parece que todo tiene muy buena pinta.
Y para pintas, las que me bebería ahora mismo si no estuviera a dieta de cerveza.
Feliz semana.

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viernes, 17 de noviembre de 2006

Yo quiero contigo todo

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro"
Dámaso Alonso.

Hoy, mientras buscaba unos datos en Internet, la página web del INE me ha dicho que Madrid es ya una ciudad de más de seis millones de cadáveres (según las últimas estadísticas). Me he acordado inmediatamente de Dámaso Alonso y yo, que siempre me he querido definir como cosmopolita -ya sabemos todos que una cosa es lo que queramos ser y otra lo que en realidad somos-, me he echado a temblar. Como siempre me han gustado mucho las cifras de población y establecer relaciones absurdas entre ellas, mi mente se ha puesto a maquinar imaginando como sería vivir en una ciudad con no mucha menos población que la que se concentra en todo el territorio español (unos cuarenta millones, digamos). Eso me ha llevado a acordarme de una tira de Quino en la que Mafalda imagina la posibilidad de que todo estuviera aquí. Aquí y ahora; aquí y ahora la NASA, aquí y ahora los fiordos noruegos, aquí y ahora el Tibet, aquí y ahora los grandes monolitos de Stonehenge. Aquí y ahora el Congreso y las Torres Kio y las bodegas riojanas y el Teide y la Catedral de Barcelona y el Erecteión y Santa Sofia de Kiev y la sabana africana...cuando en realidad lo único que tenemos aquí y ahora es la alienación, el ansía consumista y los efectos de una globalización que nos convierten a todos en productos made in China.

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lunes, 13 de noviembre de 2006

Volver

Si fuera un libro sería La conjura de los necios.
Si fuera un país sería todos y ninguno.
Si fuera un animal sería una marmota.
Si fuera una palabra sería complejidad.
Si fuera un escritor sería Quevedo.
Si fuera una estación sería invierno.
Si fuera una bebida sería güisqui con hielo.
Si fuera una canción sería Hoy puede ser un gran día.
Si fuera una pasión sería transmitir.
Si fuera un color sería el amarillo.
Si fuera una debilidad sería indecisión.
Si fuera un vicio confesable sería decir tacos.
Si fuera un sueño sería imposible de determinar.
Si fuera un recuerdo sería una sonrisa.
Si no fuera humana sería fuego.
Como soy humana me quemo con fuego, sonrío al despertarme -porque sueño hasta despierta-, digo tacos hasta caer exhausta, dudo de todo -y no soy Descartes-, compro amarillo, intento transmitir a los demás que hoy puede ser un gran día y bebo güisqui -sobre todo en invierno-. Además, adoro a Quevedo y su divino descaro, complicarme la vida viajando, dormir como una marmota y releer a Toole.

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