Cuestiones metafísicas
Lo de ayer fue impresionante;hubo un momento, al final del día en el que llegué a creer firmemente que alguien se había confundido y había cogido mi vida sin darse cuenta, pero no me importaba en absoluto, -por mí como si se la queda para siempre-. (Joder, si casi sufrí un orgasmo cuando logré calzarme dignamente unas botas en una tienda sin necesidad de hacer aspavientos o embutirme en ellas cual morcilla de Burgos. Joder, si es que hasta a mi madre le dio por hacer chocolate de cena ¡¡chocolate!! ¿sería un premio por lo de las botas? :) vaya intriga....)
Hoy el día ha vuelto a la normalidad más despreciable cuando mi madre me ha despertado esta mañana al grito de: "Vamos, ya. ¡Qué no das ni chapa y tienes que limpiar los baños!" Ahí me he dado cuenta, una vez más, de dos cosas que ya sabía:
1. Soy un poco rara.
2. O encuentro un trabajo en breve o mato a mi madre.
Lo de que soy un poco rara es porque no sé en que momento de mi infancia alguien instaló un microchip en mi cerebro que hiciera de limpiar los baños mi tarea preferida de la casa. Supongo que en realidad me engaño a mi misma, no es que la prefiera, es que mis superescrúpulos no se fiarían jamás de como desarrollarían esa tarea otros. Así que ahí me he visto, enfundada en látex -el de los guantes-, cantando canciones españoles de los 80 (todo un ritual cuando realizo estas labores) y recordando con una risa todos los baños que mi mania me ha hecho limpiar siempre que he viajado acompañada o he vivido fuera de casa.
Lo de que mato a mi madre creo que es mucho más obvio. Hay que ver lo duro que es volver a casa cuando no sabes qué coño hacer con tu vida.
Etiquetas: Estupidez propia, Mis labores
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