Posturitas
Aunque me enfade cuando mis amigos se empeñan en hacerme creer que tengo algo de Bridget Jones, la verdad es que esa tipa siempre me viene a la mente en momentos como éste. Ayer la Jeniffer Va (que no Lo), me dió alguna que otra satisfacción pudiendo contemplar el cardado de su pelo y esos aracos de oro que se gasta -nunca está de más que te den ideas sobre como disfrazarte en Halloween-. Conseguí corregir los ejercicios de puntuación, diría que hasta con cierta naturalidad si tenemos en cuenta mi definitiva carencia de lógica para esos aspectos del lenguaje e incluso introduciendo ese tipo de ejemplos pedorros que todo alumno odia y todo profesor se empeña en repetir hasta la saciedad cuando habla de reglas de puntuación (el famoso "Llegué, vi, vencí" y el Yo, Claudio). Genial, Diana. Dos días de pseudo-profa y ya te has convertido en el ejemplo ideal de maestro capullo que todo alumno detesta.
Lo que no me podía creer -y ahí viene mi bien-merecido-momento-Bridget- es que la unidad didáctica que me ha tocado explicar sea la única chuleta que he llevado yo, no en la clase de lengua, no en el instituto, sino en toda mi vida a un examen. Así que ahí ando, estudiandome como sea la puta fonética española que no me estudié a los 14, si esto no es venganza divina que venga....
La parte positiva: lo que me voy a descojonar poniendo posturitas con la boca mientras intento demostrar -intuyo que sin mucho éxito dado que no destaco tampoco por mi vocalización perfecta- en que se diferencia una consonante fricativa de una africada. Eso si que es ser una tía con suerte.
Lo que no me podía creer -y ahí viene mi bien-merecido-momento-Bridget- es que la unidad didáctica que me ha tocado explicar sea la única chuleta que he llevado yo, no en la clase de lengua, no en el instituto, sino en toda mi vida a un examen. Así que ahí ando, estudiandome como sea la puta fonética española que no me estudié a los 14, si esto no es venganza divina que venga....
La parte positiva: lo que me voy a descojonar poniendo posturitas con la boca mientras intento demostrar -intuyo que sin mucho éxito dado que no destaco tampoco por mi vocalización perfecta- en que se diferencia una consonante fricativa de una africada. Eso si que es ser una tía con suerte.
Etiquetas: Estupidez propia, Mis labores
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