¡Calla!
El fin de semana siempre me deja un mal sabor de boca, incluso cuando me lo paso bien ¿o debería decir que precisamente me invade un sentimiento negativo cuanto más me divierto? Supongo que todo es la consecuencia de lo mismo: el paro y la incertidumbre, la desorientación y esa sensación de inferioridad que te carcome. Me empiezan a entrar de nuevo las ganas de huir: huir de las preguntas eternas y de las conversaciones sobre lo mismo que nunca cesan. Huir de las miradas acusadoras e incluso prepotentes de las que me he convertido en blanco seguro, huir de mi yo pensante, de los que dicen ser mis amigos incluso cuando ambos sabemos que esa falsa amistad no es más que una vil falacia; huir en defininitiva.
El sábado hice un esfuerzo, aunque estaba hecha pedazos, acercándome a ver a S a FITUR. Odio las ferias. En realidad odio cualquier lugar en el que se hacinen más de 20 personas con un objetivo tan incierto como estúpido. Como no vi nada y me limité a tomarme una caña con S&company no fue trágico. Me alegré mucho de volver a verlas, a todas, echo mucho de menos aquellos primeros tiempos universitarios de ingenuidad y sueños. La noche me recordó que me encanta la tempura de verduras y que la mente es tan potente como rídicula.
Cuando llegué a casa me sentía gilipollas. Es una sensación que me acompaña desde hace años siempre que cae la noche y hago balance del día. Bueno, siempre no, pero sí en un alto porcentaje de ocasiones, así que no me pilló por sorpresa. Cállate tía, cállate ya, eres estúpida. Cuando comenzó el año me propuse a mí misma escribir más para también callar más. LLevamos un mes y no lo he cumplido. ¿Se puede luchar contra la propia personalidad en favor de una sociedad que reclama discreción y seriedad?
¿Se puede? ¿Se puede? ¿Por qué coño tengo que luchar contra mi personalidad? ¿Por qué coño tengo que dejar de ser yo misma? ¡Cállate, tía, cállate!
Etiquetas: Estupidez propia, Mis amigos :), Mis labores, Saoirse a fondo
2 Comments:
pues no luches, se tu misma y al que no le guste... ya sabe.
Un besooooo
Demasiado utópico por tu parte. Vivimos en un mundo de tiburones sedientos de información. No es bueno ser el pececillo que les facilita toda la del mundo.
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